LA VACA PÚRPURA.
Seth Godin es una de las personas más influyentes en lo que al marketing se refiere. La lectura de su libro puede plantearnos la necesidad de incorporar aspectos de marketing al campo de la docencia. En su libro La vaca púrpura, Seth Godin hace una declaración de intenciones que puede conectar perfectamente con el mundo de la docencia. Godin mantiene que para captar la atención hace falta algo extraordinario. Si vas por el campo, dice, y ves una vaca marrón, no te llama la atención. Te fijas un instante en ella y se acabó. Pero si ves una vaca púrpura te quedarás asombrado y hasta puede que pares el coche y vayas a ver aquel fenómeno de la naturaleza. Las vacas normales, después de ser contempladas un rato se vuelven aburridas. Pero una vaca púrpura sería algo interesante, algo excepcional. Dice Godin: “La esencia de la vaca púrpura es que debe ser extraordinaria”. “Algo extraordinario, explica, es un asunto del que merece la pena hablar. Conviene fijarse en él; es excepcional, nuevo, interesante: es una vaca púrpura. Las cosas aburridas son invisibles, son una vaca marrón”.
En un capítulo, el autor habla de la escuela. Dice: “Dirigimos nuestras escuelas como fábricas: colocamos a los niños en filas, los ponemos por lotes (llamados cursos) y nos esforzamos en asegurarnos de que no salen piezas defectuosas. No dejamos que nadie destaque, se quede atrás, vaya adelantado o arme jaleo. Ir a lo seguro, jugar según las reglas, parece ser el mejor modo de evitar el fracaso”.