26.10.2015 08:57
Si «vivir es convivir con la memoria», como afirma Joan-Carles Mèlich en la introducción de este libro, podríamos deducir que la memoria nos ayuda a construirnos de una manera determinada. Tú me aprendes no es un libro de memorias, sino un libro sobre la memoria en el que el autor reflexiona a partir de lo que recuerda, a p artir de algunos de los momentos que le han hecho ser como es. Así, esta memoria se proyecta en el presente y en el futuro, ayuda a dar sentido al día a día en el que el maestro, incansablemente, intenta responder a las necesidades que tiene la persona a quien acoge y acompaña en el proceso de descubrimiento del mundo. Quizá por eso el autor cree que una buena manera de definir qué significa «educar» sería ésta: compartir la interpretación que hacemos del mundo. Por tanto, quien aspira a ser maestro se convierte en un testigo, no en un ejemplo, porque el ejemplo comporta el deseo de ser imitado, mientras que el testigo representa una determinada manera de asumir un compromiso de compañía y de apoyo con quien convive y de quien es responsable.